A partir de esta reforma, todos aquellos ciudadanos extranjeros que no tengan una situación regular en nuestro país, y por tanto no tengan una residencia legal en España, solo podrán acceder a la asistencia sanitaria básica.
Se considera, por tanto, que los extranjeros que no tienen los papeles en regla solo podrán acceder a la asistencia mínima y de primera necesidad. Esto significa que solamente se atenderá a estos pacientes en el caso de que se trate de una urgencia médica. Si ésta se diese solo cubrirán sus gastos mienstras este hospitalizado por la urgencia y no se cubrirán las consultas necesarias a partir del alta.
Las mujeres extranjeras que tengan la consideración de irregulares en España tendrá asistencia en el caso de que estén embarazadas. En este caso tendrán derecho a cobertura en el embarazo, en el parto y en el postparto.
En todo caso los extranjeros menores de 18 años tendrán derecho a la cobertura sanitaria completa. Esto significa que tendrán los mismos derechos en este caso que cualquier español menor de edad y cualquier extranjero menor de edad regular en nuestro país.
Las medidas que ha contemplado el Gobierno intentan ahorrar en el gasto sanitario a costa de determinados sectores de población. A partir de la entrada en vigor de esta medida no podrán acudir a la Sanidad Pública las personas que no dispongan de una tarjeta sanitaria, salvo en los casos ya comentados.
Las tarjetas actuales, de las que disponían tanto los extranjeros legales como los irregulares, solo estarán en vigor hasta el 31 de agosto de 2012. Una vez cumplida esta fecha todos los usuarios del sistema sanitario tendrán que demostrar que están asegurados y poseen una tarjeta en vigor.
