

Una factura proforma es un documento que se lleva a cabo con anterioridad, antes de una operación comercial o de compraventa. En esta factura proforma, como si se tratara de un borrador, incluimos todos aquellos detalles, que más adelante, pasarán a formar parte de la factura definitiva.
¿En qué se diferencia una factura proforma de un presupuesto?
Según esta definición que hemos visto, una factura proforma bien podría parecer a un presupuesto, sin embargo, no tiene nada que ver.
A pesar de sus similitudes, cuenta con unas diferencias bastante importantes. Para empezar, la factura proforma sirve para especificar los detalles de una factura que será definitiva. Mediante una factura proforma, la persona que la establece se compromete a proporcionar todo lo especificado en la misma, aspectos en los cuales figuran el precio y los plazos.
La principal diferencia radica en que, en la factura proforma, existe un acuerdo entre ambas partes que ha sido consensuado para establecer los términos que figuran en la misma. Un presupuesto por su parte, puede ser aprobado o rechazado, por lo que dista bastante del entendimiento de una factura proforma.
El principal cometido de estas facturas proforma es el de poder hacer ver a los bancos que pueden llevar a cabo un pago, siempre y cuando se cumplan las condiciones de esta factura proforma que ya ha sido pactada. De esta forma, se establece la relación comercial sin ningún tipo de duda, facilitándola en todo momento.