

Antes de firmar un contrato de alquiler sigue estos pasos
Uno de los primeros factores que hemos de considerar es el que el arrendador pedirá información para asegurarse de a quién va destinado el alquiler de su propiedad. Con bastante frecuencia, además de la documentación básica como será el DNI y el número de pasaporte, podrán pedir algún tipo de documentación que acredite tu capacidad de pago como pueda ser una copia de la nómina, de la declaración de la renta o recibos domiciliados que puedan verificar tu solvencia.
Igualmente, te pueden exigir una garantía adicional, es decir, un dinero extra como depósito o la constitución de un aval, ya sea por parte de un familiar o a través del banco.
Por otro lado, has de tener presente que la fianza del alquiler es obligatoria por Ley y su objetivo consistirá en cubrir los desperfectos que la vivienda pueda sufrir a consecuencia del inquilino. Si todo funciona correctamente, el dinero se recuperará al final del contrato.
Hemos de asegurarnos de que el casero deposita la fianza para que el dinero se quede donde tiene que estar a la espera de que el contrato de alquiler finalice como es debido. Este depósito es esencial si como inquilino cumples los requisitos para desgravar el pago del alquiler.
Uno de los errores que más se suelen cometer está relacionado con dar por sentado que las cláusulas incluidas en el contrato son las que se habían acordado de antemano. Si no se revisa el escrito y es la otra parte la que lo ha redactado cabe la posibilidad de que no aparezca todo lo que el inquilino desea.
Abogados y expertos inmobiliarios recomiendan estampar la firma en cada uno de los folios y anexos que aparecen en el contrato y no únicamente en el primero o en el último. De esta manera se evitará que se incluyan cláusulas, que perjudiquen al inquilino o al propietario.
Y, de la misma forma que conviene revisar el estado de la vivienda, en el contrato se debería incluir un anexo, el mobiliario que se queda en el piso, así como los electrodomésticos y el estado en el que se encuentran.
En los contratos no hay que dejar nada al azar y todo debería quedar plasmado. Es preciso prever todas las circunstancias y pedir que se pueda modificar el contrato para que figuren en el nuevo escrito.
Igualmente, en el contrato siempre ha de aparecer la manera en que se abonarán las mensualidades del propio alquiler. Lógicamente, el ingreso en la cuenta bancaria del arrendador es una de las más cómodas, pero también se podría pactar que el propietario acuda a la casa durante los diez primeros días del mes para cobrar el dinero. La forma de pago debe quedar por escrito, pues de lo contrario una de las dos partes podría argumentar que intentó abonar el dinero o cobrarlo y no fue posible.
¿Qué os parecen estas ideas para saber que lo hay que hacer antes de firmar un contrato de alquiler?