

Todos los productos deben ir etiquetados e incluir una serie de datos inequívocos que nos permitan identificar y conocer el producto que vamos a adquirir, dotándolo de la información pertinente y de sus correspondientes medidas de seguridad.
Cada tipo de producto puede tener características concretas, que comportan que su etiquetado requiera de más o menos información. Por ello, en este consejo nos centraremos en el etiquetado de dos categorías básicas: el de los alimentos y el de los productos energéticos.
¿Qué es la etiqueta y que debe indicarse en ella?
La etiqueta es toda aquella leyenda, marca, imagen o signo descriptivo sujeto al propio envase o producto. Es toda aquella información escrita, impresa o gráfica relativa al producto que debe acompañar.
En las etiquetas debe constar siempre la siguiente información:
- El nombre genérico del producto.
- La identificación del responsable del producto, requisito necesario para saber a quién podemos reclamar.
- Las instrucciones de uso y la advertencia de los riesgos previsibles, derivados de su utilización.
Normativa relativa al etiquetado de alimentos
La etiqueta de los alimentos debe recoger la información relativa al producto, debe estar presente en el envase y no debe inducir a error al consumidor. Los datos de las características del producto, el origen, la composición, la forma de obtención y la caducidad deben ser muy claros. No se permite atribuir al producto alimentario propiedades que no tenga, ni destacar propiedades especiales si todos los productos de su tipo las tienen.
La etiqueta de los productos alimentarios debe contener, como mínimo:
- Denominación de venta del producto.
- Los ingredientes y el peso que tiene el producto, en orden decreciente.
- El porcentaje de alcohol, si el volumen supera el 1.2%.
- La fecha de duración mínima o de caducidad de los productos perecederos.
- El peso o la cantidad neta en productos envasados.
- Las condiciones de obtención y de tratamiento del producto (si contiene ingredientes modificados genéticamente o irradiados, productos envasados en atmósfera protectora,...).
- Las condiciones de conservación y de utilización.
- La manera de consumir el producto.
- La identificación del lote del producto.
- El país de origen del producto, si es de fuera de la Unión Europea.
- Los códigos de aditivos.
Etiquetado de productos energéticos
La etiqueta energética es la que figura en los electrodomésticos y que informa sobre el consumo de energía así como de los datos relativos a cada aparato. Esta información se encuentra actualmente en lavadoras, frigoríficos y congeladores de uso doméstico, siempre que estos aparatos se alimenten de la red eléctrica.
La etiqueta en estos productos está dividida por 4 zonas y debe indicar:
- Los datos relativos al fabricante y al modelo de electrodoméstico.
- La clase de eficiencia energética del aparato, indicado con flechas de colores y letras (véase cuadro adjunto).
- Los datos específicos de cada electrodoméstico.
- El ruido que el aparato emite mientras funciona, siempre que sea necesario indicarlo.