Al día siguiente nos encontramos la noticia de que el Gobierno de EE.UU ha demandado a 17 grandes bancos por favorecer la crisis hipotecaria.


La noticia nos sorprende, no por el hecho de que sepamos que los bancos hincharon cifras para poder conseguir más valor sobre sus carteras de inmuebles y después conceder más créditos no garantizados, que eso ya se sabía. Sorprende porque el Gobierno demande tras haber lanzado un plan de rescate a esos mismos grandes bancos conociéndose sus desfases inmobiliarios. Y, más aún, sabiendo que con lo tiempos que corren esa demanda suponga una bajada en bolsa de todos esos bancos, lo que dará más inestabilidad al mercado.
No es que justifique a los bancos, quiero decir,entiendo que el estado deba velar por los intereses económicos de sus ciudadanos que, al fin y al cabo, van a pagar el pato, como siempre. Mi duda es más bien legal, puesto que a lo largo de los años, desde el 2008 cuando el dinero había desaparecido y solo quedaban títulos inmobiliarios por encima de su valor, fue el propio Gobierno quien tuvo que dar un impulso al mercado para evitar el desplome total con distintas medidas, especialmente la inyección de fondos pasando a ser el propio Gobierno accionista sin voto de los bancos.
La demanda civil supondrá en caso de que se gane un importante aporte económico a las arcas de EE.UU pero sin duda también una perdida de capital de los bancos para pagarla, lo que tal vez ocasione un problema mayor.
Probablemente esta medida arrastre consecuencias no solo para los EE.UU ya que el modelo de inyectar a los bancos fondos es una medida que se ha llevado a cabo en muchas partes del mundo.
Es importante resaltar que en algunos países incluido el nuestro se han demandado ya a algunas entidades bancarias por los intereses abusivos en las hipotecas.
Veremos en qué queda todo y donde llega esta anunciada demanda, pero os recomiendo la película muy en serio, algo más aprende uno de estos tiempos.
Fuente Imagen Flickr copepodo