

Los pros de esta medida especialmente para el menor serían muchos:
- Reduce las carencias afectivas y favorece la estabilidad emocional del menor.
- Evita el sentimiento de culpabilidad del niño.
- Reduce la conflictividad entre los padres que deben llegar a un entendimiento.
- Da más tiempo libre a ambos progenitores que disponen de espacio solos y espacio con el menor.
- No se produce una ruptura radical en la vida del niño manteniéndose una continuidad en su situación.
- Se equilibran los roles de ambos cónyuges.
- Se evita la utilización del régimen de visitas como arma contra el excónyuge.
- Se produce un fenómeno llamado el niño maleta por los constantes traslados del menor
- Necesidad de un entendimiento entre los padres ya que los dos deben llegar a numerosos acuerdos lo que no siempre es fácil
- El menor debe habituarse a dos domicilios y núcleos familiares lo que puede provocar que no esté arraigado en ningún sitio.