

Conjuntamente, la madre y los médicos han tomado la decisión de dejar que muera sin dolor, pero el padre la ha recurrido ante la Justicia. El bebé nació con el síndrome miasténico congénito, una enfermedad que se produce por defectos genéticos en la unión neuromuscular, donde las células nerviosas se unen a las células musculares. Debido a esto, el niño tiene severas dificultades a la hora de respirar y mover las extremidades. Una hora después de nacer, ya tuvo que recibir ventilación asistida para que pudiera respirar. No puede toser, por lo que sus secreciones deben ser retiradas mecánicamente para que no inunden sus pulmones. Nunca ha podido abandonar el hospital.
Ante esta perspectiva, el equipo médico ha comunicado al tribunal que el niño solamente podrá llevar "una existencia miserable, triste y dolorosa", incluso si una intervención quirúrgica permitiera su traslado al hogar de uno de sus padres.
Sin embargo, los abogados del padre sostienen que el cerebro del niño no está afectado por la enfermedad y que puede ver, sentir y reconocer a sus padres. También han mostrado un vídeo que muestra cómo se divierte con sus juguetes. Así, han propuesto que se le practique al niño una traqueotomía.
Por el contrario, los médicos que atienden al niño opinan que eso no solucionará sus problemas respiratorios. Según su pediatra, se trata de uno de los "casos de minusvalía física más graves" que ha visto en los miles de niños que ha atendido en los últimos diez años. De este modo, el médico sostiene que el bebé no será capaz de respirar sin ayuda, con o sin traqueotomía.