

Ante este tipo de casos es importante que sepas que tienes derecho a reclamar. Y a este respecto, lo fundamental para poder obtener una resolución mucho más favorable es contar con unos buenos abogados inmobiliarios.
Estos abogados se especializan en este tipo de problemas y no solo te ayudarán a realizar la reclamación, si no que también agilizarán los trámites y te conseguirán una resolución mucho más justa de acuerdo a tus intereses.
Los defectos de construcción más habituales
Los defectos de construcción más habituales que nos podemos encontrar son las grietas, las fisuras o las humedades. Independientemente del defecto que suceda hay una cuestión clara, se debe de actuar con rapidez.
La rapidez en estos asuntos es fundamental para que realmente se pueda demostrar que se trata de un error en la construcción y no es un desperfecto provocado por el uso del dueño del inmueble.
Es importante señalar que cada tipo de caso requiere de un estudio independiente. A pesar de esto, todos coinciden en que los plazos son de lo más cortos por lo que se debe de actuar con rapidez, por lo que unos buenos abogados te ayudarán a solventar el problema lo antes posible.
Las reclamaciones pueden ser en conjunto
En algunas ocasiones los defectos de la vivienda no afectan a una única vivienda si no que también pueden afectar a más vecinos del inmueble. En este caso es importante señalar que se puede llevar a cabo una reclamación de forma conjunta, por ejemplo, si además de a un vecino se ha visto afectada una zona común del edificio.
Actuar de forma conjunta es uno de los aspectos más recomendados. En primer lugar, porque resulta mucho más económico para los vecinos y, en segundo lugar, porque una vez más se pueden agilizar los trámites al contar con un único peritaje y no varios de forma individual.
Recordemos que los plazos al ser tan cortos es fundamental actuar con rapidez por lo que, en el caso de que encuentre algún desperfecto en su vivienda es importante comunicarlo a los vecinos por si acaso hubiere algún caso más.
La garantía de los edificios
De la misma forma que cualquier tipo de producto que podamos comprar en el mercado los edificios nuevos también cuentan con su propia garantía.
En este caso estamos hablando de diez años para los defectos estructurales, es decir, aquellos defectos que pueden afectar a la cimentación, las vigas o los muros de carga entre otras opciones.
Serán tres años para los defectos que puedan afectar a la habitabilidad del inmueble, por ejemplo, el aislamiento, la calefacción o las goteras y de un año para cualquier defecto de acabado en el que deberá de responder el constructor.
Sin embargo, una vez más te recomendamos que actúes cuanto antes a la hora de reclamar los defectos de construcción a pesar de creas que quedan muchos años de garantía.