

Cuándo se puede ir a un proceso monitorio
La finalidad de este proceso monitorio se limita a reclamaciones de carácter económico por lo que no pueden extenderse las exigencias a otras obligaciones, como la demanda de un vehículo o que se termine un servicio.
Para acudir al juicio monitorio es necesario acreditar que realmente existe la deuda que se exige. Podemos hacerlo mediante documentos de todo tipo que se pueden presentar en un soporte físico o electrónico y donde figure la firma del deudor o su sello. También podemos presentar facturas, certificaciones, albaranes de entrega, faxes o comunicados entre ambos, el denunciante y el deudor.
Cómo solicitar un juicio monitorio
Para presentar la solicitud del proceso monitorio existen unos formularios aprobados por el Consejo General del Poder Judicial que están publicados en el BOE o en los Decanatos y Servicios de Registro y Reparto que podemos localizar en cada sede judicial. Dicha solicitud tendrá que ir firmada por el denunciante y se acompañará con una copia de los documentos que apoyen su denuncia.
Una vez se hayan presentado los documentos y se hayan admitido a trámite en el juzgado, éste solicitará al deudor que en el plazo de veinte días abone el dinero que debe o se oponga a ello.
Llegados a este punto pueden darse varias situaciones en función de lo que haga el reclamado:
Que el deudor liquide su obligación, por lo que el proceso daría a su fin y se archivaría.
Que el deudor se oponga en base a unos argumentos por lo que habría que acudir a un procedimiento declarativo y se necesitaría la asistencia de un abogado y un procurador.
Que el deudor decida no pagar ni proporcione explicaciones y/o justificaciones de su decisión, con lo que se dictaría un auto de ejecución contra el mismo.
Como ves el proceso monitorio es útil para resolver rápidamente determinadas reclamaciones de carácter económico. Si te deben dinero aquí tienes más consejos: Cómo puedo reclamar una deuda.