

Con el tirón del turismo en nuestro país era normal que antes o después los particulares y las empresas se dieran cuenta de las posibilidades que generaba el alquiler de temporada para obtener unos ingresos extras. Cuando esta práctica se generalizó (y con ella aparecieron los inevitables problemas de convivencia) las autoridades se vieron obligadas a legislar, definiendo ambos tipos y la regulación aplicable a cada una. Esta normativa es competencia de las Comunidades Autónomas, por lo que cada tiene sus propias normas, no obstante hay una serie de puntos que son comunes a todas ellas.
Diferencias entre apartamento turístico y vivienda de alquiler vacacional
En principio la principal diferencia es su razón social, mientras los apartamentos turísticos tienen un uso principal dedicado al alquiler, las viviendas turísticas tienen un uso principal residencial, dedicándose al alquiler solo esporádicamente.
Por eso los apartamentos turísticos tienen que ser inscritos como una empresa y tener una licencia de explotación, mientras que las viviendas vacacionales pueden estar a nombre de un particular y necesitan tener una licencia de ocupación (tener en cuenta que también pueden tener restricciones impuestas por la comunidad de propietarios). Los apartamentos turísticos se inscriben de forma similar a otras empresas parecidas como pueden ser hoteles moteles o pensiones entre otras.
Dentro de los apartamentos turísticos hay hasta cuatro categorías diferentes (de forma similar a las estrellas de los hoteles), las viviendas de alquiler vacacional están todas englobadas en una única categoría.
Los apartamentos turísticos deben contar con una serie de servicios como son la limpieza al menos una vez a la semana y deben estar amueblados. Además no tienen limitación de plazas ni número mínimo de noches para los huéspedes.
En las viviendas de alquiler vacacional por el contrario el plazo de alquiler está limitado a una estancia entre 5 y 30 noches y no se puede dar alojamiento a más de 10 personas. También deben estar amueblados aunque en este caso no es necesario que ofrezcan el servicio de limpieza.
En resumen la principal diferencia que existe entre un apartamento turístico y una vivienda de alquiler vacacional, es que el primero está montado como una empresa, con un fin destinado al alquiler, mientras que la segunda es una vivienda particular a la que los propietarios quieren sacarle un rendimiento extra alquilándola unos días al año.