De hecho, los resultados de las encuestas posteriores al debate dan como ganador a Rajoy gracias sobre todo a ese primer bloque, en el que el candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, se centró más en lanzar acusaciones contra el candidato popular, Mariano Rajoy. Rubalcaba, tal vez para intentar mitigar las consecuencias de que su contrincante político hiciera repaso a la herencia que va a dejar el gobierno socialista (con las altísimas cifras de paro, las congelaciones de pensiones o la destrucción de empleo), optó por una estrategia ofensiva, planteando preguntas al líder de la oposición y exigiendo, con bastante reiteración, que explicara los supuestos recortes en el subsidio de desempleo o cambios en la legislación laboral que va a realizar Rajoy de llegar al Gobierno, siempre en opinión de Rubalcaba.
Esta actitud tan agresiva impidió por momentos un transcurso normal del debate, y que se desviará la atención sobre lo que realmente iban a proponer cada candidato. La mayoría de expertos opinan que Rubalcaba se confundió totalmente en su estrategia en este primer bloque, porque parecía que era un periodista o qué estaba examinando al Presidente del Gobierno, pero la realidad es que él es que todavía forma parte importante del Gobierno que lleva casi 8 años, y Rajoy es el candidato. Incluso en varias veces hizo sentir molesto a Rajoy, ya que no lo dejaba hablar tranquilamente en su turno y le repetía una y otra vez lo que el candidato popular iba a hacer, dando por sentado cosas.
A pesar del enfrentamiento verbal y la tensión, sí que pudimos saber algunas propuestas en materia económica, fiscal y laboral que pondrán en marcha ambos candidatos en caso de llegar a la Presidencia de Gobierno.
Rajoy:
- Desarrollar la reforma constitucional que limita el déficit público y fijar un techo de gasto y endeudamiento para las Administraciones Públicas. En la línea de lo que ha ido señalando la UE para evitar nuevos casos de Deuda como los que estamos viviendo actualmente.
- Fijar la responsabilidad de los gestores públicos que tomen decisiones de gasto sin tener un respaldo presupuestario. Se trataría de establecer un control a la hora de realizar gastos, para que sean siempre de forma responsable.
- Acometer una nueva reforma laboral y dar prioridad a los convenios de empresa frente a los sectoriales. Según el candidato popular, hay que dar flexibilidad al mercado, porque la situación de cada empresa es distinta.
- Conceder una desgravación de 3.000 euros a las pymes que contraten a su primer trabajador.
- Permitir que los autónomos no paguen el IVA hasta que hayan cobrado la factura correspondiente.
- Otorgar créditos a los ayuntamientos a través del ICO para pagar a los proveedores.
Rubalcaba:
- Pedir a la UE que retrase dos años, de 2013 a 2015, la reducción del déficit público al 3 % del PIB.
- Reclamar al Banco Central Europeo (BCE) nuevas bajadas de los tipos de interés, ya que entiende que todavía se pueden bajar más.
- Pedir al Banco Europeo de Inversiones (BEI) un "Plan Marshall" para Europa de 70.000 millones de euros.
- Crear nuevos impuestos a las grandes fortunas y a los bancos, y revisar el impuesto de sociedades.
- Reforzar el Instituto de Crédito Oficial (ICO) para mejorar la financiación de las empresas.
- Subvencionar las cuotas a la Seguridad Social de las pequeñas empresas (menos de 50 trabajadores) que creen empleo.
Ahora está en cada ciudadano valorar qué medidas son más acertadas y pueden ayudar a mejorar la situación económica y laboral. Sí que es verdad que Rubalcaba ha tenido casi 8 años, junto con su gobierno, para tomar estas medidas u otras y no las ha acometido. De la misma manera, algunas, como el impuesto a las grandes fortunas y a los bancos se contradicen cuando eliminaron el impuesto sobre el Patrimonio e inyectaron una cifra millonaria de euros a los bancos, que luego no ha revertido en préstamos a las pymes y familias.
Mientras Rubalcaba apela a la Unión Europea en muchas de las medidas que anunció, Rajoy se centró en señalar que, dada la situación actual, hay que llevar a cabo un completo plan para lograr controlar el gasto y realizar una política de austeridad que permita controlar el gasto público.
En base a la actitud de cada uno y lo que pudieron aportar, hay que entender que el vencedor del debate, al menos en el bloque económico y de empleo, fue claramente Rajoy.
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