Aparte de la pérdida de un ser querido y de todo el proceso administrativo que ello conlleva, en muchas ocasiones los herederos deben solucionar otros problemas y el reparto de bienes suele ser uno de los más habituales.
Solucionar los principales problemas con las herencias no siempre resulta sencillo. Cada familia tiene sus particularidades y, en ocasiones, la tramitación resulta bastante compleja. El apoyo profesional, en estos casos, suele ser un paso imprescindible para solucionar todo el asunto en un tiempo aceptable y evitando problemas posteriores.
Si bien hay varios problemas que pueden surgir, algunos son más habituales que otros. En todos casos, adaptar el proceso a la situación es clave para lograr la mejor solución.
El problema del reparto de herencia sin acuerdo
Cuando existe un testamento bien confeccionado, en la que se respeta las legítimas de cada heredero, la partición de bienes se hará de acuerdo al documento y se pueden evitar algunos problemas. Sin embargo, cuando esto no sucede, pueden surgir conflictos entre los herederos.
Sin testamento, es necesario realizar un cuaderno particional en el que se identifican todos los herederos y se realiza la partición. Sin embargo, si no hay acuerdo entre los herederos, es posible,e incluso será necesario, proceder a repartir herencia sin acuerdo. Es un proceso más complejo y demorado en el que se deben seguir algunos pasos.
Mediación extrajudicial
Se trata del primer paso para intentar evitar llegar a un juicio incómodo y, por veces, muy doloroso para los herederos que se encuentran en luto.
Con el apoyo de un abogado especializado, que funcionará como mediador, se realiza una valoración del patrimonio y se hace una partición equitativa y justa. Si todos los herederos están de acuerdo con la partición, el problema se soluciona en este paso. En caso contrario, se debe seguir el proceso.
Interpelación hereditaria
Al solicitar, ante el Notario, una interpelación hereditaria, se insta a los herederos en desacuerdo a manifestar su interés en aceptar la partición o a rechazarla. La respuesta debe ser efectuada en un plazo de un mes pero si uno o más herederos aceptan la herencia pero rechazan los términos de la partición, será necesario pasar a la siguiente etapa del proceso.
Vía judicial
Es la última instancia disponible para la partición. Peritos judiciales efectúan el inventario y es el juez que procederá a evaluar y a emitir su decisión final en relación a la partición. Los plazos y los costes son, ahora, más largos y, una vez finalizado el juicio, el heredero en desacuerdo puede, aún, interponer un recurso ante una estancia superior.
Mientras se resuelve el conflicto, la herencia permanecerá bloqueada y ningún heredero podrá acceder a los bienes.
Desconocimiento del paradero de uno o más herederos
Para realizar la partición de una herencia todos los herederos deben manifestar su consentimiento, aceptando o renunciando a ella.
En el caso de no haber acuerdo, ya se ha visto que el proceso puede llegar a ser muy largo y costoso.
Sin embargo, hay otra situación que puede resultar complicada. En el caso de los herederos en paradero desconocido, este no será convenientemente informado y, por lo tanto, no manifestará su consentimiento, paralizando el proceso.
Encontrar herederos desaparecidos no resulta un proceso fácil aunque es la mejor opción para agilizar las particiones. Genealogistas e investigadores sucesorios pueden encontrar los herederos desaparecidos y permitir que se inicie el proceso.
En cualquier caso, contar con un abogado especialista en herencias es la mejor solución para encontrar la respuesta a problemas con las herencias pues sabrá cómo proceder en cada caso, tanto por la vía judicial como, si posible, por la extrajudicial.


Desheredaciones
Si en el testamento, el fallecido a privado uno o más herederos de recibir lo que le corresponde, o sea, la legítima, el heredero tiene derecho a reclamar si considera que ha sido desheredado sin justificación.
Es un tema complejo pues las desheredaciones pueden ser anuladas en un tribunal si no se basa en una causa legalmente establecida. Además, para que sea considerada válida, se debe informar de la causa y aportar las pruebas pertinentes.
Si la desheredación es anulada, se deben realizar las particiones entre los herederos de forma a que todos puedan recibir lo que por derecho les corresponde. Este hecho no solo cambiará las particiones estipuladas en el testamento sino que, muy posiblemente, generará desacuerdos entre los herederos.
Nuevos herederos legítimos
Si existe un descendiente no reconocido del fallecido y logra demostrar dicho vínculo familiar, la partición de la herencia será paralizada.
Una vez más, aparte de los problemas legales, existen los problemas emocionales añadidos que, en muchas ocasiones, no permiten ver la acción correcta a tomar. En estos casos, el asesoramiento de un abogado especialista en herencias podrá facilitar el proceso y dar un punto de vista más claro y objetivo de los pasos a seguir.
Un nuevo heredero legítimo, con vínculo familiar demostrado, tendrá derecho a la legítima y cambiará las particiones para los demás herederos, incluso si existe un testamento.
Existencia de deudas
En una herencia no se transmite apenas los bienes a los herederos, También las deudas, si existen, serán transmitidas y es necesario valorar si es viable aceptar o no la herencia y hacer frente a los pagos de las deudas del fallecido. Para ello, hay un proceso que es conveniente seguir y que pasa por solicitar información a entidades financieras y al Banco de España. También es conveniente verificar el fichero de morosos por impago de facturas y consultar en el Juzgado si existe algún procedimiento en curso.
Con toda la información pertinente de la salud financiera del fallecido, se puede evaluar si compensa recibir o no la herencia.
Si se considera que aceptar la herencia es un riesgo elevado, hay dos alternativas a tener en cuenta. Por un lado, se puede renunciar a herencia mediante Escritura Pública ante notario, dejando claro que no se aceptan las deudas ni tampoco los bienes.
Por otro lado, es posible aceptar a beneficio de inventario, o sea, las deudas del fallecido serán abonadas con el importe de los bienes heredados. Una vez saldadas las deudas, los bienes que resten pasarán a los herederos.