

Entró en vigor el 2 de enero y gracias a ella en nuestro país no se puede fumar en ningún lugar cerrado de uso público, e incluso en algunos al aire libre. Nuestros gobernantes han aprobado la normativa antitabaco más prohibitiva de toda la Unión Europea, y una de las más salvajes del mundo, sólo superada por países como Guatemala o Corea del Norte.
La nueva Ley Antitabaco prohíbe fumar en bares, restaurantes, discotecas, pubs, bingos, casinos, y al aire libre en las cercanías de colegios, hospitales, o parques infantiles. También y de un plumazo elimina los espacios habilitados para fumar en los aeropuertos, prohíbe la difusión de imágenes de personas fumando y marcas o nombres relacionados con el tabaco en los medios de comunicación.
Las únicas excepciones que permite en espacios cerrados son los clubes privados de fumadores, las habitaciones de los hoteles, donde se podrá reservar un máximo del 30% de habitaciones, zonas especiales en psiquiátricos y residencias de ancianos (los internos no podrán fumar en sus habitaciones).
Según el Ministerio de Sanidad, la nueva ley se ha formulado para proteger la salud pública y a los trabajadores de la hostelería del humo del tabaco, a pesar de que la Federación Española de Hostelería y Restauración (FEHR) sí veía con buenos ojos la existencia de espacios aislados para fumar sin servicio de camareros.
El Gobierno español saca adelante una ley justo en un momento en el que el resto del viejo continente está dando marcha atrás en este aspecto. En la inmensa mayoría de los países de la Unión Europea sí existen zonas habilitadas para fumar, y otros como Holanda, Bulgaria, Croacia o Grecia han modificado sus leyes antitabaco para permitir otra vez espacios habilitados para los fumadores.