

La idea es evitar la sensación de que los servicios sanitarios son gratis y tratar de que no se recurra a ellos alegremente. El Gobierno quiere trasladar en estos tiempos de crisis a los contribuyentes la información de lo que realmente cuestan dichos servicios para ver si así y entre todos logramos reducir gastos innecesarios.
La 'factura en la sombra' ha sido definida entre el Ejecutivo y las comunidades autónomas como una de las medidas a adoptar para tratar de contener el déficit. Para su implantación se creó un grupo de trabajo encargado de estudiar los detalles de esta factura informativa, en que hospitales se aplica, que tipo de operaciones o pruebas incluye, etc.
Comunidades como Andalucía, Navarra o Murcia ya la han aplicado. La “factura en la sombra” detalla los precios de los actos e intervenciones médicas más comunes en los hospitales. Por ejemplo en Andalucía son estos:
- Un parto sin complicaciones: 1.600 euros.
- Una cesárea sin problemas: 3.000 euros.
- Un trasplante cardíaco: 96.000 euros.
- Un trasplante conjunto de páncreas y riñón: 60.000 euros.
- Una apendicitis sin complicaciones: 2.500 euros. Cantidad que asciende a los 6.000 euros si hay problemas.
- Atención a un paciente con angina de pecho: 2.600 euros.
- Una biopsia: 100 euros.
- Una ecografía de abdomen: 35 euros.
- Un TAC o escáner: 100 euros.
- Una resonancia: 100 euros.
El objetivo primordial es evitar las visitas y consultas innecesarias a los centros hospitalarios. Por ejemplo, más de 80% de las personas que acuden a Urgencias no necesitan ir. El gasto de personal conlleva, más o menos, el 50% de cada intervención. La 'factura en la sombra' se entregará a cada paciente en el momento en que reciba el alta médica.
Si hacemos un correcto uso de nuestro sistema sanitario nos durará más tiempo.