

Este tipo de negocio gestionado en propiedad por un grupo determinado de profesionales, pero cuya marca y supervisión pertenecen a otra empresa nacional o internacional de mayores dimensiones se ha convertido en un modelo de emprendimiento bastante rentable.
No obstante, la puesta en marcha y gestión de las franquicias entraña una serie de desafíos. Entre otras cosas, tienes que elegir una ubicación adecuada, llevar a cabo la contratación y gestión como sucede con cualquier otra empresa y, también es cierto, que para algunos emprendedores la pérdida de control puede ser una terrible amenaza para la independencia del franquiciado.
Claves para montar una franquicia
Uno de los primeros aspectos que debes considerar es que siempre habrá un cargo inicial. Cuando determines con qué capital cuentas para tu negocio podrás empezar a buscar oportunidades para tu propio margen de presupuesto.
Para obtener la máxima información posible, resulta imprescindible que contactes con el franquiciador y otros franquiciados. De esta forma, conocerás el funcionamiento real de una franquicia.
Además de determinar las cualidades, inversión y capacidades para montar una franquicia, es imprescindible conocer el sector al que nos vamos a dedicar. No olvides que la solidez y reputación de una franquicia se convierte en una valiosa garantía de éxito. No sería desdeñable informarse de las diversas marcas que en fase inicial están logrando aportar cuotas de innovación, invención, originalidad, perfeccionamiento y mejora con unos resultados que son realmente extraordinarios.


Conocer a tus clientes, proveedores y a tu competencia te ayudará a ser más competitivo. Por eso mismo es fundamental escuchar a tu entorno, estrechar la relación con tus proveedores, estudiar al milímetro tu estrategia y ofrecer a los clientes lo que realmente necesitan.
Siempre es de utilidad contar con asesoramiento profesional por parte de consultores especializados en una franquicia. Ellos te aportarán una valoración objetiva que te ayudará a adoptar la elección más apropiada. Dedica todo el tiempo que sea necesario para corroborar aquello que te transmitan.
Uno de los primeros tipos de franquicia en los que se suele pensar es en la de los restaurantes. No obstante, en el sector del entretenimiento y educación infantil, donde se incluyen centros de enseñanza o entornos de diversión, así como centros de asistencia para el hogar, fitness o el sector de la belleza y el spa son también otras modalidades.
Aspectos legales para montar una franquicia
Como se indicaba anteriormente, se deben tener en cuenta qué tipo de leyes afectan al desarrollo de tu propio sector. Según esto último, además de considerar la legislación específica de tu actividad comercial, también es conveniente tener presente el Real Decreto 201/2010, mediante el cual se regula todo el desarrollo comercial en régimen de franquicia y la propia comunicación de datos al registro de franquiciadores.
Más concretamente, en el artículo 1 de este Real Decreto se establece que el derecho a explotación de la franquicia implica la comunicación por el franquiciador al franquiciado de unos conocimientos técnicos o un saber hacer, que deberá ser propio, sustancial y singular". Junto a todo esto, el emprendedor obtendrá "una asistencia comercial, técnica o ambas durante la vigencia del acuerdo".


No hay que olvidar que en todo momento, la franquicia supervisará que se está cumpliendo con su política, teniendo incluso derecho a establecer esta misma supervisión en el contrato. Igualmente, a la hora de firmar el contrato se establece una información de interés, por medio de la cual es necesario comprobar qué relación jurídica vas a tener con la firma de dicho contrato . En este sentido, has de considerar puntos como la concesión de una licencia de fabricación, la transferencia de tecnología, la cesión de utilización de una enseña o rótulo comercial o, incluso, la cesión de una marca registrada para utilizarla en una zona determinada.
En cuanto a las obligaciones tras la firma del contrato, has de saber que deberás comunicar tus datos al registro de la Comunidad Autónoma en el caso de que ésta lo requiera. En el caso de que dicha Comunidad no lo exija, deberás comunicar tus datos al registro de franquiciadores del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. Los datos que deberías proporcionar son, por ejemplo, nombre o razón social de la empresa, la relación de los derechos de propiedad intelectual o industrial establecidos en el contrato que has formalizado. Cuando comuniques tus datos, te otorgarán lo que se conoce como identificador registral o cualquier otra certificación acreditativa.
Por otro lado, en el artículo 62 de la Ley de Comercio Minorista se establece la regulación del régimen de franquicia. A nivel europeo se ha de considerar otro tipo de normativas como la legislación de franquicias (Reglamento UE) con número 330/2010 de la Comisión del 20 de abril.