

Cómo defender tus derechos en una herencia sólo tiene una respuesta eficaz: acudiendo a un buen abogado de herencias. El desconocimiento de la ley, o un mal asesoramiento legal, puede salir caro al heredero que no sabe, o no puede, proteger y hacer valer tales derechos.
Un dato: sólo el año pasado, los españoles renunciaron a 56.557 herencias por temor a heredar deudas ante las que no pudieran responder, o por falta de solvencia para el Impuesto de Sucesiones. Esto representó un 25% más que en el año anterior. En 2020, las herencias rechazadas fueron 45.328, según datos del Centro de Información Estadística del Notariado (CIEN).
Pues bien: con el asesoramiento legal adecuado de un buen abogado de herencias, una parte de estos rechazos podría haberse evitado y los legítimos herederos habrían podido recibir lo que en justicia les correspondía.
Ventajas del abogado experto en herencias
“La tramitación de una herencia puede resultar un proceso complicado, especialmente por el difícil momento emocional que se atraviesa”, dicen en ABOGA2, un bufete especializado en la materia.
“Todo ello implica realizar multitud de gestiones burocráticas y genera múltiples dudas sin que en la mayoría de los casos sepamos muy bien qué hacer, sin añadir a esto los posibles conflictos que habitualmente pueden surgir entre familiares o herederos”.
Bufete multidisciplinar
Gestionar y tramitar una herencia o una sucesión no es sencillo, por lo que es esencial contar con la asistencia de un buen abogado especialista en sucesiones, herencias y testamentos. Un abogado que domine diferentes especialidades que intervienen en el proceso, ya que, además del Derecho de Familia, Herencias y Sucesiones, hay una vertiente Fiscal, por ejemplo.
De ahí la importancia de contar con un abogado especializado y perteneciente a un bufete multidisciplinar, con otros especialistas en las diferentes materias, que puedan proporcionar al cliente (en este caso, al heredero o a los herederos) un servicio integral y de calidad.
Asesoramiento al hacer testamento
Pero el asesoramiento legal de un abogado de herencias no sólo es necesario a la hora de recibir una. También es muy aconsejable a la hora de hacer testamento.
En el año pasado, los españoles que hicieron testamento aumentaron en un 15%, en gran medida por temor a una muerte repentina, como las muchas que se venían produciendo desde 2020 como consecuencia de la pandemia del coronavirus. Se dictaron y firmaron un total de 723.642, el 14,6% más que en el año anterior.
“Manifestar las últimas voluntades en un testamento resulta de gran utilidad para que, tras el fallecimiento, puedan cumplirse”, aseguran en ABOGA2.
Entre las ventajas de hacer testamento, destacan:
El nombramiento de los herederos, para distinguirlos entre los que contempla el Código Civil en función de los intereses de la persona que dicta testamento.
El reparto de los bienes, ya que quien hace testamento puede diferenciar cuáles da a cada heredero, e incluso garantizar el usufructo vitalicio del cónyuge.
La posibilidad de desheredar a quienes pudiera corresponder una parte de la herencia, si el que hace el testamento considera que no la merecen.
Nombrar un representante legal para un hijo menor de edad.
Dicho de otra forma: quien hace testamento mantiene el control sobre sus últimas voluntades.
Herencia y legado
La diferencia entre herencia y legado es que una a herencia se accede por voluntad del testador o por ley, y los herederos la aceptan o pueden rechazarla. Sin embargo, el legado se adquiere sin previa aceptación, siendo los herederos o el albacea quienes deben entregarle el legado a su dueño.
El legatario lo es por voluntad expresa del testador, sobre un bien particular y concreto, sin afectar al patrimonio en herencia. En caso de afectar a dicho patrimonio, el legado puede ser eliminado. Los legados deben separarse de la herencia, ya que no pueden repartirse entre los herederos.
Hay otras diferencias importantes. Por ejemplo, qe los herederos han de responder de las deudas que deja el testador, tanto con los bienes de la herencia como con sus bienes personales. Sin embargo, el legatario no responde de deuda alguna del testador.