

El caso más común es el de los teléfonos móviles, cuya limitación consiste en no permitir utilizar un aparato subvencionado por un operador con la tarjeta SIM de otro operador durante el tiempo de permanencia, ya que está vinculado por contrato con ese operador. Una vez acabado este compromiso, el usuario puede solicitar a su compañía liberar el terminal para poder utilizarlo con cualquier otro operador.
El desbloqueo de un móvil recibe el nombre de "SIM lock" y se lleva a cabo de forma habitual en tiendas físicas y on line, algo que permite a los usuarios romper los candados sin necesidad de que el operador facilite el código de liberación, aunque esta operación tiene un costo. En nuestro país, algunas sentencias han determinado que liberar móviles no es delito, aunque sí puede suponer el incumplimiento de contrato del cliente con su proveedor.
En la actualidad realizar un "jailbreak" ("romper la jaula") a un iPhone, un proceso por el cual se modifica el sistema operativo del terminal para permitir la instalación de aplicaciones no autorizadas por el fabricante, no es ilegal, aunque sí supone la pérdida de la garantía del dispositivo al haber violado las condiciones de uso. Además, esto implica que el terminal no podrá repararse por Apple en el periodo de garantía si la técnica utilizada para realizar el "jailbreak" es irreversible. Por tanto, es un proceso que se debe realizar bajo la propia responsabilidad del usuario. En Estados Unidos, desde el pasado mes de julio es legal desbloquear teléfonos móviles mediante un "jailbreak", siempre y cuando el software utilizado se obtenga de forma legal.
En cuanto a las videoconsolas, los jueces han dictado sentencia tanto a favor de los fabricantes como de alguno de los creadores de dispositivos que desbloquean las mismas. No hace mucho, un juzgado de Barcelona levantó la prohibición de vender un dispositivo que desbloquea la consola PlayStation 3. Este dispositivo, denominado PSJailbreak, permite utilizar videojuegos no oficiales, además de incorporar otras funcionalidades como ejecutar el sistema operativo Linux en la consola. De esta forma, el dispositivo no está solo orientado a romper esta protección.
Los fabricantes lanzan actualizaciones “obligatorias” para sus videoconsolas que tratan de frenar los avances obtenidos por los desarrolladores para cargar cierto software en las mismas que permita hacer correr juegos no oficiales.
El Congreso de Estados Unidos ha modificado recientemente la ley Digital Millennium Copyright Act admitiendo el desbloqueo entre otros de dispositivos móviles para emplear programas no contemplados por el fabricante siempre que no facilitasen la piratería.