La ley de protección animal, Madrid
Cada vez más personas incorporan a sus vidas algún animal doméstico, especialmente perros y gatos, aunque hay de todo.Lo ideal sería que estos animales fuesen adoptados y se acabará con el mercado de compra venta de mascotas y su exposición en tiendas de animales, criaderos y demás sitios que hacen un negocio de seres vivos.
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alespaes
31 octubre 2011
La adopción de mascotas además es una alternativa mucho más razonable y meditada, por lo general, y las asociaciones en defensa de los animales han insistido mucho en la necesidad de legislar sobre la compraventa de animales y el abandono. Lo que ocurre es que a veces estas leyes que se aprueban en defensa de los animales no acaban de convencer a quienes luchan por los derechos de los animales, ese es el caso de la nueva ley de protección animal que ha aprobado la Comunidad de Madrid. Esta nueva ley de protección animal tiene aspectos positivos como prohibir que se puedan colocar a los animales en los escaparates de las tiendas a modo de reclamo, y también que se pueda mendigar en la calle utilizando un perro, en muchos casos cachorro. Pero por otro lado no acaba con el verdadero problema del abandono de animales, ni apuesta por el no sacrificio de los mismos en favor de un verdadero sistema de adopciones. Es más, la nueva medida disminuye el plazo que transcurre desde que se recoge un animal abandonado y se sacrifica. También plantea la sanción a aquellas personas que alimente animales abandonados en la calle. Es por esto que prácticamente todas las organizaciones en defensa de los animales se hayan opuesto completamente a esta medida, ya que durante años has estado reclamando una legislación que proteja a los animales abandonas y sancione a aquellos que los abandona, no a quienes los mantienen con vida. Surge la necesidad de un debate serio con respecto a este tema, más cuando los abandonos de animales no paran de crecer y las organizaciones que se encargan de protegerlos o recogerlos se encuentran desbordadas. Se debería legislar desde el Estado unas medidas básicas de protección animal que después desarrollen las Comunidades Autónomas de una manera que garantice el derecho animal.