Por muy unida que sea una familia, hay momentos en los que pueden surgir diferencias. Cada persona es única en sus experiencias y formas de pensar y, siendo una familia un conjunto de personas emparentadas entre sí, las diferencias pueden llegar a suponer un verdadero problema.
Aunque, en la mayoría de los casos, los problemas se solucionan en el seno familiar a través del diálogo, no siempre es posible llegar a un acuerdo.
De hecho, hay 5 problemas legales típicos que surgen entre familiares y en los que se necesita recurrir, en muchas ocasiones, a un profesional que ayude a solucionar el problema de raíz.
Herencia
Uno de los problemas más habituales en las familias es la herencia. Sea por una cuestión sentimental o económica, la falta de acuerdo entre los herederos produce varios conflictos y se vuelve imprescindible conocer como repartir la herencia, principalmente cuando no hay un testamento.
Hay varias situaciones a tener en cuenta, como se puede leer en este enlace, siendo necesario encontrar la situación ideal para cada caso.
En la mayoría de los casos, incluso cuando todos los herederos están de acuerdo, la consulta con un abogado puede solucionar muchos quebraderos de cabeza. Si no hay acuerdo para repartir la herencia, entonces el apoyo profesional es realmente la solución para llegar a buen puerto.


Divorcio
Otro problema muy habitual en las familias es el divorcio.
Aunque se logre llegar a un divorcio de mutuo acuerdo, es un proceso largo y difícil de gestionar. Los sentimientos que se encuentran detrás de este problema pueden llegar a dificultar todo el proceso, siendo muy acertado dejarse aconsejar por un profesional que pueda facilitar el proceso de divorcio.
Con el asesoramiento adecuado, el proceso podrá ser más rápido evitando el desgaste que produce un divorcio, tanto para los adultos como para los niños que se vean involucrados.
Guarda y custodia
Siguiendo la línea del divorcio, la guarda y custodia de los menores es otro problema común en las familias. Prevalecerá los intereses de los niños, garantizando el bienestar de los menores.
Pensión alimenticia
La pensión alimenticia es un pago mensual que se debe realizar para mantener a los menores cuando la custodia no es compartida y se queda a cargo, en la mayor parte del tiempo, del otro cónyuge. No se trata apenas de alimentos sino, también, los gastos relacionados con la salud y la educación. En realidad, este pago es para hacer frente a los gastos que los menores tienen en su día a día.
La cantidad es estipulada según el número de menores y los ingresos de los cónyuges pero no siempre el acuerdo es sencillo.
Tutela
La tutela es la autoridad que se otorga por ley a un adulto para que cuida a un menor no emancipado o a un adulto discapacitado. El adulto, nombrado por un juez, asumirá la responsabilidad de los actos del menor o adulto en cuestión siendo este otro problema legal que surge entre familiares.