

2- Busca un letrado que goce de buena reputación, tanto en la solvencia de los casos, como en la ética profesional de éste, ya que es importante que no revele ninguna información sobre sus clientes, ya que según el Código Deontológico, los abogados están obligados a guardar secreto profesional sobre sus clientes, sobre el contrario, la de sus colegas y sobre los documentos, sobre los que puede tener conocimiento.
3- Seguidamente debes de tener claras las cuestiones que le vas a plantear y qué documentación debes de presentar para el caso; ten en cuenta que es importante qué esté especializado en el tema que vas a tratar y debes de conocer si ha llevado antes un caso de este tipo.
4- Es importante que queden claramente establecidos los honorarios previamente; por ello es conveniente que antes de poner en marcha el caso, puedas disponer de un presupuesto, donde queden detalladas las actuaciones que cubre y el costo de los notarios y procuradores.
5- Es primordial que exista una comunicación fluida entre el abogado y el cliente, que te informe convenientemente sobre la marcha del caso, las novedades y los posibles inconvenientes que pueden surgir. También debe de orientarte sobre la posible resolución y como puede ser tu posición final en la resolución, informándote de las acciones que se van a realizar y de todos los costos adicionales.
Fuente Imagen thinkstock.